domingo, 19 de abril de 2009

A dos años del centenario de dos grandes hombres de Nazas.

Articulo tomado de El Sol de Durango, publicado el 23 de enero de 2007, y escrito por:José de la O Holguín.
Este 2007, la cultura durangueña tendrá dos celebraciones: la primera, el centenario del natalicio del primer cronista de la ciudad de Durango, licenciado José Ignacio Gallegos Caballero, a quien Durango le adeuda mucho de lo que hoy se encuentra consolidado en materia de promoción turística e histórica; por otra parte, el centenario luctuoso del músico Ricardo Castro. En 1907, al tiempo que nacía en esa municipalidad de Nazas, José Ignacio Gallegos, la nación mexicana se estremecía por la muerte del excelso músico Ricardo Rafael de la Santísima Trinidad Castro Herrera, mejor conocido en el ambiente operístico como Ricardo Castro. Cosas de la vida, estos dos hombres predestinados por el año y su lugar de origen emigraron de su natal Nazas en busca de mejores oportunidades, cada quien en su esfera de competencia, dieron para Durango renombre y prestigio trascendiendo las esferas nacionales. El primero de los homenajeados, José Ignacio Gallegos Caballero, nació el 2 de noviembre de 1907 en la ciudad de Nazas, Durango; recibió su instrucción elemental en la ciudad de Durango, donde ingresó al Instituto Juárez, cursando su educación secundaria, preparatoria y profesional titulándose como abogado.

Desde 1946 a 1995 se desempeñó como director de la Biblioteca Pública del Estado. Fue catedrático de Historia de México de la Universidad Juárez del Estado de Durango. Fue juez de lo Civil y magistrado suplente y director fundador del Archivo Histórico del Gobierno del Estado de Durango. Miembro de la Academia Mexicana de Historia Franciscana, de la Academia de Historia y Geograf-ía de México; del Seminario de Cultura Mexicana de Historia corresponsalía en Madrid, España. Fundador de las Fiestas de la Ciudad el 8 de julio de 1945. En 1956 fue nombrado primer cronista de la ciudad de Durango. Autor de más de 20 obras de carácter histórico sobre Durango, donde destacan: "Historia de la Iglesia en Durango", "Historia de Durango para niños", "Apuntes para la historia del Instituto Juárez de Durango", "El ojo de agua de los Berros"; "Apuntes para la historia de Durango", "Páginas de historia de Durango", "Compendio de historia de Durango (1821-1910)", "Durango Colonial (1563-1821)", "Historia de la persecución religiosa en Durango (1926-1929)", "El Obispo Santo, biografía del siglo XXII Obispo de Durango", "La Casa de la Monja, novela autobiográfica" e "Historia de Durango (1563-1910)", entre muchas más. Visitó los más prestigiados archivos del mundo particularmente en España e Italia, donde localizó importantes documentos hasta entonces inadvertidos; además indagó en los siguientes archivos mexicanos: Municipal de Durango, Archivo Histórico de Durango, de la Catedral de Durango, de la Catedral de Guadalajara y el Archivo General de la Nación.

Falleció el 13 de septiembre de 2001, en aquel tiempo tuvimos la fortuna de acompañarlo a su última morada y la Unión de Cronistas del Estado de Durango le rendimos un justo homenaje en gratitud a su gran legado para la historia de Durango Por su parte el también oriundo del municipio de Nazas, Ricardo Castro nació en la Hacienda de Santa Bárbara de esa municipalidad el 7 de febrero de 1864. Hijo de Vicente Castro y María de Jesús Herrera, su nombre completo fue Ricardo Rafael de la Santísima Trinidad Castro Herrera. Estudió a temprana edad el piano, componiendo mazurcas y valses. En 1877 pasó de la ciudad de Durango a la ciudad de México donde ingresó al Conservatorio Nacional. Representó a México en la Exposición de Nueva Orleans en 1881. Ofreció conciertos en Washington, Nueva York y Filadelfia. Al regreso a su tierra natal escribió danzas, mazurcas. Compuso un concierto para piano y orquesta, dos sinfonías, un poema sinfónico y la ópera "Giovanni de Austria", que no culminó.En 1900 estrenó en el Teatro Renacimiento de Pátzcuaro su ópera "Atzimba", otras obras para piano son "Bluette", vals, "Caressante", vals, "Berceuse" y "Canto de amor". En 1902 fue becado por el gobierno de México para estudiar en Europa. Escribió en París la ópera "La leyenda de Rudelia". Del mismo género compuso "Satán vencido" y "La Roussalka". Regresó en 1906 y fue nombrado director interino y, un año después, titular del Conservatorio Nacional de Música. Es considerado como uno de los precursores del nacionalismo musical. Muere en la ciudad de México en 1907. Ambos personajes de Nazas, Dgo., merecen sendos homenajes en su natal municipio, por el Estado a través del ICED, o bien las instituciones universitarias; bien valdría la pena que las fiestas de la ciudad, las jornadas culturales de octubre o bien los eventos del municipio de Durango, se tributaran a estos dos personajes de la cultura durangueña que pusieron en alto el nombre de Nazas y Durango con sus aportes en materia musical e histórica.