jueves, 16 de septiembre de 2010

La sección volcánica en Nazas, Durango, México y la posibilidad de volcanismo del Eoceno generalizada dentro de la Sierra Madre Occidental

Gerardo J. Aguirre-Díaz

Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Texas en Austin

Fred W. McDowell

Departamento de Ciencias Geológicas de la Universidad de Texas en Austin

Las descripciones de las rocas volcánicas de la Sierra Madre Occidental en el oeste de México hasta ahora hizo hincapié en la cobertura continua y casi generalizada de los tobas de flujo de cenizas y otras unidades de atribuirse a la ignimbrita Oligoceno crisis. Sin embargo, menos se ha prestado mucha atención a la secuencia volcánica del Oligoceno-pre por debajo de esta manta de flujo de cenizas. En Nazas, Durango, en el flanco oriental de la Sierra Madre Occidental, una sección bien expuesta incluye voluminosas rocas volcánicas félsicas de ambos Eoceno y Oligoceno. La más antigua de las rocas ígneas en Nazas incluyen una pequeña exposición de los productos intermedios brechas volcánicas y flujos de lava que yacen sobre calizas del Cretácico y, aparentemente, estaban deformados con ellos durante tectonismo Laramide. Más comúnmente, las calizas están cubiertas por rocas volcánicas del Terciario y depósitos continentales clásticos. La sección volcánica terciaria es de unos 800 m de espesor, sin incluir fanglomerates intercaladas.

La sección de registros de tres episodios distintos magmático: 51 a 40 Ma, que incluye tobas félsicas flujo de ceniza y flujos de lava y domos intermedios, un pulso de alrededor de 30 Ma, que incluye voluminosa cenizas tobas de flujo félsicas con un espesor total de unos 500 m, y de 24 a 20 Ma, que incluye los basaltos alcalinos. La Formación Ahuichila, un conglomerado de tipo molasa hasta 200 m de espesor que subyace en la sección volcánica del Terciario, se depositó durante o justo después de la deformación Laramide. La Formación Santa Inés es un fanglomerado generalizada, hasta 110 m de espesor, que subyace a los basaltos y aparentemente acumulado durante fallamiento normal. volcanismo del Eoceno en el área de Nazas se caracteriza por tobas félsicas interfingering flujo de ceniza y flujos de lava intermedios y cúpulas. Una secuencia similar de rocas volcánicas del Eoceno se ha localizado en el centro del estado de Chihuahua, a unos 350 km al noroeste de Nazas.Félsicas tobas intercaladas con rocas volcánicas intermedias mayores de 40 Ma también están expuestos a Tayoltita, Durango, a unos 200 kilómetros al suroeste de Nazas. Estos hechos sugieren que un espectro más amplio de composiciones y estilos volcánica existió durante el Eoceno que durante el Oligoceno en la Sierra Madre Occidental.volcanismo del Eoceno era más propio de los cinturones orogénicos magmático desarrollado en los márgenes continentales, mientras que la actividad Oligoceno fue dominada por el flujo de cenizas voluminosa tobas félsicas estalló durante una transición de la estructura tectónica de subducción a lo largo de un margen continental de intraplaca extensión. Además de estas tres áreas, hay varias otras localidades del occidente de México con rocas volcánicas con edades reportadas entre 40 y 53 Ma. Es posible que el campo volcánico durante el Eoceno en México fue comparable en magnitud a la del Oligoceno. El volcanismo del Eoceno en el occidente de México se debió en parte contemporáneo con el episodio volcánico Challis del noroeste de Estados Unidos y su extensión hacia el oeste de Canadá. Sin embargo, magmatismo del Eoceno en el noroeste del Pacífico aparentemente se desarrolló en un ambiente tectónico extensional, mientras que en México no hay evidencia de deformación extensional Eoceno se conoce.

Recibido 02 de julio 1990, aceptado 17 de enero 1991;.

Cita: Aguirre-Díaz, GJ, y McDowell FW (1991), LA SECCIÓN volcánica en Nazas, Durango, MEXICO, Y LA POSIBILIDAD DE volcanismo del Eoceno generalizada dentro de la Sierra Madre Occidental, J. Geophys. Res., 96(B8), 13,373-13,388, doi: 10.1029/91JB00245.

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